Tercer piso. Vista de pájaro. Destino: las nubes. Recorrido por el cielo. Distancia larga. Por ahí se tira y llega, con un absurdo estado de ánimo, a rozar el éxtasis del audiovisual. Es como si te hicieran cosquillas detrás de la oreja o te chuparan el ombligo.
Desde esta zona de ingravidez llega, claro, el sonido. Se decodifica en música en nuestro cerebro. Le da al plano la intención y la oscuridad. Le aporta intensidad narrativa o relajación. Es la dirección de la escena, es el ritmo de la conversación o la atmósfera que envuelve todos los estados de ánimo y las situaciones.
Hemos asimilado muchísimas bandas sonoras hasta tal punto que solo al escuchar una frase de la melodía sabríamos decir su nombre e incluso el argumento de la película. Dicen que para que una buena película sea una buena película ha de tener una buena banda sonora. Y también al contrario. Música e imagen van unidas, claro.
La oscuridad en una película de miedo no sería tan terrorífica si no posee una cadencia musical que la acompañe. Una escena de amor no hará llorar si no intensifica su dulzura con un tramo de música. El silencio también es música. Y si no lo creen que venga alguien y me lo rebata. Existen silencios expresivos, cadenciales o meramente silencios. Silencios que acompañan a una expresión facial de dolor, de pena, de alegría, una persona que mira al cielo y se fija en un punto allá en el horizonte, un niño que cierra los ojos y empieza a soñar con dragones y guerreros, un beso a medias, una caricia... Todo ello, quizás, requiera del silencio musical.
Una buena combinación de texto, música, imagen, argumento y planos visuales pueden hacer a una película una obra maestra. Es el caso de Lucía y el sexo.
Lucia y el sexo es una película que me maravilló por su luz insular, por sus planos marinos azules, por los diálogos jugosos y creativos, muy sutiles e impercetibles casi. Me maravilló por su historia, por sus personajes redondos y complejos, por sus mentes difíciles. Pero sobre todo me maravilló por su banda sonora. Su música es como un poema. Te va poseyendo sutilmente, se va quedando inquieto por tu cuerpo. Hace que cierres los ojos, que se te erice la piel, que te caminen orugas por las manos y se caigan precipitadamente al suelo. Una pelicula brillante.
A continuación ofrecemos una recopilación muy interesante de las grandes bandas sonoras de la historia del cine. Disfruten.
miércoles, 15 de octubre de 2008
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5 comentarios:
Ei, teníais razón!!! Ya lo hemos arreglado y estaís en nuestros favoritos XD
Ah... estoy de acuerdo con lo de la peli de LUCÍA Y EL SEXO, es una de las mejores películas que ha hecho el cine español.
Seguid igual!!!
eso como que es de las mejores películas del cine español....discrepo.
me quedo con Álex de la Iglesia o Amenabar en su primera etapa....le dan dos vueltas
Hola, porque nos gusta vuestro blog os hemos agregado en nuestra página.
Un saludo,
cinesobrepapel.blogspot.com
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